La herencia de Toledo, segĂșn Campero

«El día 30 de octubre de 2015 recibimos, junto con nuestro equipo de trabajo, un municipio devastado; devastado edilicia y financieramente». Así comenzaba Mariano Campero, intendente de Yerba Buena, a desglosar la herencia de Daniel Toledo, durante la apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante.
El mandatario no se guardĂł nada. Sus denuncias fueron desde personal desmotivado y edificios en mal estado, hasta deudas y cheques emitidos sin cancelaciĂłn posterior. Todo esto, segĂșn se desprende de las palabras de Campero, representa un gran escollo a la hora de comenzar a gestionar.
Una deuda comprometedora
«Recibimos un municipio con un estado financiero de quebranto», asegura el actual intendente. Cheques diferidos y no cancelados, deudas con AFIP, Rentas y contratos de locación vencidos forman parte de una deuda que ascendería a mås de $ 16.5 millones.
Pero tambiĂ©n se mencionan programas con programas, con y sin certificar, cuyo valor ─segĂșn declara Campero a diario «La Gaceta»─ asciende a $ 13 millones. Es decir, una deuda total acumulada de casi $20 millones. A continuaciĂłn el detalle:
– Cheques emitidos por un orden de $ 1.5 millones.
– Cheques emitidos diferidos por mĂĄs de $ 3 millones.
– Obras por distintos programas, con y sin certificar ($ 13 millones).
– Deudas con AFIP y DirecciĂłn de Rentas por retenciones practicadas y no depositadas por el valor de $ 6 millones.
– Juicios comerciales, con y sin embargo, de $ 6.5 millones.
– Contratos de locaciĂłn de obras y servicios, alquileres o retraso de deuda de hasta 10 meses.
Una ciudad sin rumbo claro
El mandatario no pasĂł por alto el actual estado de urbanizaciĂłn de la ciudad. La basura, seguramente, es el sĂ­mbolo mĂĄs claro que dejĂł la gestiĂłn anterior. Sin embargo, Campero enumerĂł otras tantas falencias y calificĂł el Obrador y a la DirecciĂłn de Catastro como «las imĂĄgenes constatbles de la desidia de la Ășltima administraciĂłn».
El Centro  Asistencial Carillo también estuvo en las consideraciones de Campero; «un centro asistencial en estado de abandono, en emergencia edilicia, sin presupuesto y sin política preventiva de salud», afirmó.
El Área de Planeamiento tambiĂ©n fue mirada de reojo por el intendente en su discurso. SegĂșn Ă©l, carece por completo de plan estratĂ©gico de desarrollo.

«El día 30 de octubre de 2015 recibimos, junto con nuestro equipo de trabajo, un municipio devastado; devastado edilicia y financieramente». Así comenzaba Mariano Campero, intendente de Yerba Buena, a desglosar la herencia de Daniel Toledo, durante la apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante.

El mandatario no se guardĂł nada. Sus denuncias fueron desde personal desmotivado y edificios en mal estado, hasta deudas y cheques emitidos sin cancelaciĂłn posterior. Todo esto, segĂșn se desprende de las palabras de Campero, representa un gran escollo a la hora de comenzar a gestionar.

Una deuda comprometedora

«Recibimos un municipio con un estado financiero de quebranto», asegura el actual intendente. Cheques diferidos y no cancelados, deudas con AFIP, Rentas y contratos de locación vencidos forman parte de una deuda que ascendería a mås de $ 16.5 millones.

Pero tambiĂ©n se mencionan programas con programas, con y sin certificar, cuyo valor ─segĂșn declara Campero a diario «La Gaceta»─ asciende a $ 13 millones. Es decir, una deuda total acumulada de casi $20 millones. A continuaciĂłn el detalle:

– Cheques emitidos por un orden de $ 1.5 millones.

– Cheques emitidos diferidos por mĂĄs de $ 3 millones.

– Obras por distintos programas, con y sin certificar ($ 13 millones).

– Deudas con AFIP y DirecciĂłn de Rentas por retenciones practicadas y no depositadas por el valor de $ 6 millones.

– Juicios comerciales, con y sin embargo, de $ 6.5 millones.

– Contratos de locaciĂłn de obras y servicios, alquileres o retraso de deuda de hasta 10 meses.

Una ciudad sin rumbo claro

El mandatario no pasĂł por alto el actual estado de urbanizaciĂłn de la ciudad. La basura, seguramente, es el sĂ­mbolo mĂĄs claro que dejĂł la gestiĂłn anterior. Sin embargo, Campero enumerĂł otras tantas falencias y calificĂł el Obrador y a la DirecciĂłn de Catastro como «las imĂĄgenes constatbles de la desidia de la Ășltima administraciĂłn».

El Centro  Asistencial Carillo también estuvo en las consideraciones de Campero; «un centro asistencial en estado de abandono, en emergencia edilicia, sin presupuesto y sin política preventiva de salud», afirmó.

El Área de Planeamiento tambiĂ©n fue mirada de reojo por el intendente en su discurso. SegĂșn Ă©l, carece por completo de plan estratĂ©gico de desarrollo.